La comida interesante con buen sabor, los platos un poco pequeños, pedimos varios platos y todos al centro para poder probar más pero si creo que al final nos quedamos con hambre.
Podría mejorarse el vestuario del personal, darle un toque, un mayor nivel. Una de las señoras llevaba un vestido color calabaza que le iban a explotar los botones. Eso queda terrible.
Restaurante clásico, elegante con un ambiente muy agradable, estupendo para pasar una velada entre amigos o una cena romántica. Menú degustación y una carta de vinos y champanes muy interesante. Es diferente y muy recomendable.